¿Vida eterna?
El texto bíblico base para iniciar esta reflexión lo encontramos en el Evangelio según San Juan 3:14-21.
El evangelio de Juan utiliza muchas figuras y símbolos (el agua, el Espíritu, la carne, la luz, el nacer de nuevo, las tinieblas), todo esto, para poner de manifiesto la acción salvadora de Jesús. Este texto nos aporta una reflexión del evangelista y no palabras de Jesús propiamente hablando
Como cualquier texto de la Biblia que se estudia, no se debe dejar a un lado su contexto. De esa manera encontramos que este texto, pertenece a un dialogo que se venía dando entre Jesús y Nicodemo. Los milagros de Jesús han convencido a Nicodemo de que Jesús es enviado de Dios. En respuesta, Jesús le responde: “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios" (Juan 3, 5-6). Juan 3, 16 y los demás versos, se construyen sobre la lección de Jesús a Nicodemo: que creer en Jesús es necesario para la vida eterna.
También debemos tener presente que el Ev. Juan busca demostrar que Jesús es “el Cristo, el Hijo de Dios”, principalmente de dos formas:
Narra algunas de las señales que Jesús hizo
Recoge algunos de los discursos o sermones que Jesús pronunció
El primer discurso se trata de una conversación privada con un miembro de la clase alta (prominente entre los judíos) y como ya lo mencioné, la conversación gira en torno a cómo se puede conseguir la vida eterna.
El v.15 expresa la finalidad o el objetivo del v.14… ¿Para qué el Hijo del hombre tiene que ser levantado en alto? para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna. Ahora el reino de Dios es reemplazado aquí por la “vida eterna”. Toma el lugar del reino de Dios que se habla en los sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas) e intenta dar la idea de una calidad de vida, más que de una duración.
Entonces “vida eterna” es cualitativa. En ella se describe la calidad de vida que una persona tiene cuando Dios dirige su vida. Es decir, que en el evangelio de Juan la “vida eterna” es básicamente definida por su calidad, pero también es entendida como una vida permanente que nunca termina porque viene de Dios.
En nuestro entendimiento del cristianismo occidental “vida eterna” es percibida de una forma distinta a la forma original o primaria, probablemente de aquellas enseñanzas donde nos espera una vida espiritual, donde no habrá pecado, ni maldad, etc, etc. Pero como el sentido primario se trata sobre la calidad y no del tiempo o lugar, algunos traductores han utilizado frases como: vida nueva, vida permanente o definitiva, y la que a mí más me llama la atención es “vida verdadera que nunca acaba”.
Es un error ver la vida eterna como simplemente una progresión interminable de años. La palabra para referirse a "eterna", es aiónios, que lleva la idea de calidad al igual que cantidad. Pero de hecho, y en realidad la vida eterna para nada está asociada con "años", ya que es independiente del tiempo.
Por esta razón, se debe pensar en la vida eterna como algo que los cristianos experimentamos ahora. Los creyentes no tenemos que "esperar" la vida eterna, porque no es algo que comienza cuando morimos. Más bien, la vida eterna empieza en el momento en que ejercitamos nuestra fe en Dios. (NUESTRA SOCIEDAD-NUESTRO VIVIR EN COMUNIDAD-NUESTRO INTERÉS POR EL PRÓJIMO)
El famoso texto de 3:16, considerado en el ambiente evangélico como “el corazón del evangelio”. Definitivamente es una declaración de gran belleza y fuerza, pero es importante leerla en relación a todo su contexto inmediato, así como en el contexto de todo el evangelio. Jesús no vino a condenar (juzgar) sino a salvar (a liberar), pero para recibir esa “salvación” es necesario creer, y ese creer se obtiene viendo y siguiendo a Jesús, lo que se resumiría en “nacer de nuevo”, nacer de lo alto.
La vida es el don por excelencia. La vida dada por Dios no termina con los límites naturales que tiene la existencia humana. Por eso, la vida concedida por Dios es calificada como vida eterna.
Entonces, debemos tener muy claro que, para comprender adecuadamente este texto, “el concepto de vida eterna en el Evangelio de Juan equivale a la importancia que tiene el concepto de reino de Dios en los Sinópticos”.
No podemos negar que "la vida eterna" ha sido enfocada de una forma mágica y limitada, lo cual no es acorde a los principios bíblicos, ni a su voz original, por lo tanto como cristianos debemos saber interpretar adecuadamente los conceptos más usados en la jerga evangélica. El concepto como tal no es erróneo, sin embargo su uso, su interpretación y su enseñanza fundamentalista si lo es.
Sigamos en el camino...