Y si la Gloria de Dios es algo más...
En esta ocasión, intento que podamos reflexionar sobre un texto bíblico en el que tuve la oportunidad de predicar y del cual quedé fascinado al releer y meditar desde otro punto de vista. Me refiero al Ev. de Juan 11:1-45, y el famoso relato de Jesús y Lázaro.
La teología de Juan, se concentra en torno a la cristología. Gerd Theissen dice que en el Ev de Juan, Cristo es el enviado, “el mensajero” celestial a través del cual se hace Dios accesible. Es decir, que Juan presenta a Cristo viviendo en perfecta unidad con el Padre, que está unido al Él en el amor y en la obediencia.
La sorprendente declaración “Yo soy la resurrección y la vida”… pone de manifiesto la soberanía de Dios y la estrecha relación entre Dios y el Hijo. Esas palabras llegan a uno de los puntos cumbres de todo el evangelio, al presentarse Jesús como el Señor de la vida, capaz de vencer la muerte. “Yo soy (griego: ego eimi), evoca al nombre personal de Dios en el A.T.
El tema de la fe, es un tema sumamente importante en este relato. El verbo “πιστευεw en este texto aparece 8 veces, y significa: Creer en, Tener fe, Tener confianza, Confiar… Eso resalta la importancia que para el evangelista tiene en transmitir ese mensaje a los oyentes.
Jesús desafía a Marta a creer por medio de una interrogante, ¿Crees esto?
Esta es una pregunta crucial dentro del relato… Pero también es una pregunta que debería desafiarnos a nosotros hoy en día. Ninguna otra sección de las Escrituras muestra a Jesús tan profundamente lleno de emoción. Su divinidad plena y completa humanidad se encuentran aquí en la expresión de su dolor. Y es que el dolor es uno de los sentimientos que más nos hace aprender en la vida.
Jesús amaba a estos tres hermanos, pero no había podido hacer lo que esperaban de él porque tenía otros planes mejores para ellos. Pero mientras tanto, las hermanas seguían sufriendo por lo que consideraban la pérdida definitiva de su hermano. El Señor entendía el dolor por el que estaban pasando. En ningún momento fue indiferente ante el sufrimiento, pero por un acto de fe y de amor, la gloria de Dios se manifestaría.
Ενεβριμησατο… En este versículo 33 nos encontramos con un problema de traducción. La palabra que muchas traducciones, entre ellas la Reina-Valera, traducen por “se estremeció en espíritu”, B.JERUSALEN…se conmovió interiormente, viene del verbo embrimasthai, y se encuentra otras tres veces en el Nuevo Testamento. En cada uno de estos ejemplos, la palabra contiene una cierta severidad, casi ira. Quiere decir más bien reprender, dar una orden rigurosa. Investigando un poco más sobre esa palabra, un investigador dice que en griego clásico embrimasthai quiere decir bufar un animal.
Aquí debe querer decir que se apoderó de Jesús una emoción tan incontrolable que le arrancó gemidos del corazón. Aquí tenemos una de las cosas más preciosas del Evangelio. Jesús expresando su terrible y profundo dolor humano, a tal grado que le estrujaba y oprimía el corazón.
Pero aún hay más. Para cualquier griego que leyera esto -y debemos recordar que fue escrito para los de cultura griega-, ésta sería una descripción sorprendente e increíble. Juan había escrito todo su evangelio sobre el tema de, que en Jesús vemos a Dios. Para los griegos, la principal característica de Dios era lo que llamaban “apatheía”, de donde proviene la palabra “apatía”.Apatía significa indiferencia, pero el término griego engloba aún más que esa idea. Implica la imposibilidad de experimentar cualquier emoción.
Ellos decían que si podemos sentir dolor o gozo, alegría o tristeza, quiere decir que algo fuera de nosotros nos puede afectar. Ahora bien, si eso nos afecta, quiere decir que, a lo menos por un momento, tiene poder sobre nosotros. Nada ni nadie puede tener un efecto así sobre Dios; y eso quiere decir que Dios es esencialmente incapaz de sentir alguna emoción. Los griegos creían en un Dios aislado y desapasionado.¡Qué imagen tan distinta nos da Jesús de Dios! Nos presenta a un Dios Cuyo corazón se estruja de angustia, por el sufrimiento de Su pueblo. Lo más grande que hizo Jesús fue traernos la noticia de un Dios que no es insensible al dolor humano, que está ahí con nosotras y nosotros.
Jn 11:39 Jesús dijo*: Quitad la piedra. Marta, hermana del que había muerto, le dijo*: Señor, ya hiede, porque hace cuatro días que murió.
Jn 11:40 Jesús le dijo*: ¿No te dije que si crees, verás la gloria de Dios?
¡Qué promesa tan grande!! Una condición (creer) y una recompensa (ver la gloria de Dios) Se me vienen a la mente personajes que dejaron una huella en la historia, que son símbolo de lucha, que creyeron y soñaron por tener una sociedad mejor, un sistema justo. Pienso en el Jesús histórico, en Nelson Mandela, el Che Guevara, Monseñor Arnulfo Romero, etc…. Ahora yo me pregunto y por favor reflexionen, antes de que me apedreen ¿Será que esos intentos por tener una vida mejor, pueden considerarse como “ver la Gloria de Dios”
Martin Luther King en su gran discurso “Yo tengo un sueño” manifestaba el deseo de ver un día una sociedad distinta. Un fragmento de ese discurso dice:
Sueño que un día esta nación se levantará y vivirá el verdadero significado de su credo: "Afirmamos que estas verdades son evidentes: que todos los hombres son creados iguales".
Sueño que un día, en las rojas colinas de Georgia, los hijos de los antiguos esclavos y los hijos de los antiguos dueños de esclavos, se puedan sentar juntos a la mesa de la hermandad.
Sueño que un día, incluso el estado de Misisipí, un estado que se sofoca con el calor de la injusticia y de la opresión, se convertirá en un oasis de libertad y justicia.
Sueño que mis cuatro hijos vivirán un día en un país en el cual no serán juzgados por el color de su piel, sino por los rasgos de su personalidad.
¡Hoy tengo un sueño!
Sueño que un día, el estado de Alabama cuyo gobernador escupe frases de interposición entre las razas y anulación de los negros, se convierta en un sitio donde los niños y niñas negras, puedan unir sus manos con las de los niños y niñas blancas y caminar unidos, como hermanos y hermanas.
La palabra “Gloria” no tiene en esta frase, el sentido sociológico de la fama y honor, sino el sentido esencial de lo que son Dios y su Hijo. El término castellano gloria, que en griego es “doxa”, está usado en el sentido etimológico del término hebreo correspondiente “kabod” y significa peso, consistencia. El autor quiere que leamos este relato como una manifestación de lo que son en sí mismos Dios y Jesús, una manifestación de lo que es su esencia de personas y que como tal les caracteriza. En otras palabras, el relato quiere poner de manifiesto que Dios y Jesús son Vida y Amor.
Por ejemplo, en Éxodo 33, encontramos que Moisés le dice a Dios: Te ruego que me muestres tu gloria"… La respuesta de Dios indicó que consideraba las virtudes como su "gloria", su respuesta fue: Voy hacer pasar toda mi bondad delante de ti…
Entonces, la gloria de Dios la hacemos visible cada vez que con pequeños actos de amor, de compasión, de bondad, de justicia, de igualdad, logramos que nuestro prójimo acaricie la vida en Jesús. Cuando la vida cobra sentido, dignidad y dirección, así es como la gloria de Dios es visible. No esperemos ver una nube resplandeciente y palomitas volando a su alrededor o bajando ángeles del cielo, pensando que esa es la gloria de Dios. Todos y todas podemos lograr que la gloria de Dios se manifieste, para razón de vida en nuestro prójimo.
Conclusión
Dios se duele por la muerte del ser humano. Sin embargo, es frecuente que éste mate, física o moralmente, en nombre de Dios. Las mismas personas que leían en la sinagoga lo escrito por el profeta: "No quiero la muerte del pecador, sino que se convierta y viva", mataban a pedradas a los que consideraban pecadores y, sobre todo, a pecadoras. Al grito de ¡Dios lo quiere!, los cruzados practicaban el arte de matar “en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo"… a quienes ellos llamaban infieles.
Aún hoy, podemos encontrarnos a personas pidiéndole a Dios que baje fuego del cielo para castigar a sus enemigos, sin pensar que él no tiene enemigos, sino hijos. Todavía se sigue usando a Dios como instrumento de dominio… Jesús no haría eso.
Estas son las palabras de unas mujeres "cristianas" expresándose hacia la comunidad LGBTI:
Son enfermos, tienen la mente contaminada, esa es perversión sexual, pecado mortal, no entraran el reino de los cielos, pobre de ellos, no vamos a permitir que perviertan la mente de nuestros hijos, arruinen nuestra descendencia, son una pequeña minoría y los vamos a pisar como langostas como dice la Palabra, porque no son nada.
Necesitamos actos de amor en pro de la vida, no mensajes de muerte y odio.
Todos y todas las presentes vieron la Gloria de Dios, pero la gloria de Dios no solo se limita a la revivificación de Lázaro, sino desde el momento en que Marta sale al encuentro de Jesús, confía en él y en comunidad acompañan en el dolor y sufrimiento.